Texto expositivo

El texto expositivo plantea de forma objetiva un asunto, temática o problema explícito, con el propósito de comunicar datos, hechos o conceptos determinados. absolutamente. Por lo tanto, en este tipo de escrito no se muestran emociones, valoraciones ni pensamientos del productor del texto.

Los textos expositivos también suelen considerarse como textos informativos.

Tipos de texto expositivo

El texto expositivo es explicativo, porque esclarece y puntualiza todos los datos que provee. Esto genera que se encuentre en discursos de tipo educativo, periodístico, científico, humanístico, astronómico, tecnológico y jurídico.

Por otro lado, los textos expositivos se clasifican en diversos tipos, según la dificultad del contenido y del grado de compresión que requiera esa información.

  • Textos expositivos de carácter divulgativo.Están formulados para un auditorio extenso que no requiere de un conocimiento previo para comprender esa información. Los artículos periodísticos, las enciclopedias y los textos escolares se encuentran entre este tipo de texto.
  • Textos expositivos de carácter especializado. Son destinados a especialistas en determinadas temáticas y contienen vocabulario técnico. Las monografías, los artículos científicos, los escritos jurídicos y las tesis académicas pertenecen a este grupo.

Estructura del texto expositivo

Los textos expositivos están estructurados en tres partes. Introducción, desarrollo y conclusiones.

En la introducción se presenta el tema que será planteado, el enfoque o mirada que se utilizará y los aspectos prioritarios, con el objetivo de atraer el interés del destinario.

En el desarrollo se expone la información y contenido referidos a la temática abordada y se ordenan los conceptos con claridad, dando sentido a lo que se pretende revelar.

En la conclusión se efectúa un resumen del tema expuesto, acentuando los aspectos más importantes del tema, con una síntesis mínima. Puede agregarse una valoración sobre la temática.

Características del texto expositivo

  • Redacción objetiva. No se plantean miradas ni pareceres subjetivos.
  • Uso de tercera persona.
  • Lenguaje claro y preciso.
  • Empleo de recursos lingüísticos básicos para proporcionar simplicidad discursiva y favorecer la comprensión: conectores, definiciones, comparaciones y/o enumeraciones y ejemplos.
  • Utilización de los verbos del presente intemporal y del modo indicativo. Cuando se describen procesos se usa puntualmente el modo imperfecto.

Construcción del texto expositivo

El primer paso para construir el texto expositivo es organizar la información con que se cuenta. Para lograrlo, hay que clasificarla por características comunes o categorías. A partir de la misma, se enumeran los datos e ideas del tema, desarrollándolos.

Hay que usar definiciones, para enseñar conocimientos nuevos, para dilucidar un concepto o para revelar la acepción o sentido de un vocablo.

Para ampliar la exposición, es valioso usar la comparación, que posibilita determinar las oposiciones y las analogías entre elementos.

Del mismo modo, los ejemplos brindan cuestiones precisas que amplían y aclaran la temática.

Es importante finalizar la exposición con una conclusión que refuerza la manifestación inicial.

Estructura organizativa del texto expositivo.

La organización puede realizarse de diversas maneras según lo que se pretende expresar.

En la organización deductiva, se comienza de lo más amplio o general hasta lo específico.

Por el contrario, la estructura inductiva parte de lo particular para arribar a lo más amplio.

La organización lineal vincula la información considerando causas y efectos, razonamientos y consecuencias.

En la estructura cronológica se plantea un suceso histórico o un acontecimiento narrando lo sucedido invocando los motivos, el hecho y las consecuencias.

Otra manera de organización es la llamada “Problema-Solución”. Se presenta un problema, sus causas y los resultados o consecuencias que origina. Se completa con posibles soluciones y las formas de llevarlas a cabo.

La estructura procedimental es la que aparece en una receta o en un instructivo o en un manual. Implica puntualizar ordenadamente los pasos que hay que efectuar para obtener un objetivo.

En definitiva, el propósito principal del texto expositivo es transmitir información, aportando una serie de conocimientos precisos sobre contenidos generales o específicos.